lunes, 13 de noviembre de 2023

 

 TODO PASA POR LAS URNAS.

Recién hecho público el acuerdo alcanzado entre el PSOE y la formación nacionalista Junts, no queda más que decir que el texto cumple con las espectativas iniciales y al final de su lectura, como ciudadano se alcanza un estado de zozobra mental  e inestabilidad emocional, que obligan a reflexionar y a meditar en tranquilidad para no salir a la calle.  

Se reconocen todas las pretensiones de la formación nacionalista, tanto por la denominación de los hechos como por la  calificación de éstos. Con un lenguaje que se identifica claramente con el fin de culpabilizar al resto de españoles, al Estado de Derecho existente  y a partidos políticos nacionales de lo que aconteció, exculpando claramente a los españoles separatistas de sus propios actos.

Una decisión muy preocupante, que se desarrolla en un entorno económico malo, con el entorno social en claro deterioro lo que configura el caldo de cultivo que lleva a la polarización entre españoles,  y a la diferenciación entre buenos y malos.

El giro de la historia nos lleva a la situación ya vivida en la España republicana de 1932: Unos ciudadanos vinculados al paraguas de lo público con privilegio frente a la inmensa mayoría sin ellos.  Absoluta polarización del entorno político entre facciones que poco a poco se van convirtiendo en "enemigos" sin posibilidad alguna de sostener la convivencia.  A la "compra" de favores a los que están adscritos e inscritos  al partido o a la asociación interesada por parte de los que no gozan de este acceso al canal adecuado. Españoles de primera o de segunda.  A los tribunales políticos (no hay que olvidar  las famosas "checas" hasta 1936 y los posteriores "juicios sumarísmos"...   Saturación mental, sensación de imposibilidad e impotencia y al final bloqueo. Bloqueo que derivará en rabia, odio y al final, una vez más, de nuevo violencia.

¡Cuán imbécil de nuevo  el comportamiento de nuestros políticos¡  Se repite el hecho de que la tercera generación de hombres, olvida los errores de la primera cometiéndolos de nuevo.

Hay que sumarse a los actos periódicos de protesta pacífica en las calles que de manera periódica se convoquen, con el fin de volver a las urnas, toda vez que conocida la gravedad de estos hechos consumados por parte del PSOE, no queda más remedio que preguntar a todos los españoles si estamos o no de acuerdo.

 








jueves, 9 de noviembre de 2023

 NO CONFUNDAMOS EL ESTADO DE DERECHO CON DERECHO A UN ESTADO


En nuestra ingobernable España, una vez más somos testigos del atropello que sin ningún disimulo está llevando a cabo el político de turno. En esta ocasión, el  gobierno de Pedro Sánchez con la aquiescencia del Partido Socialista Obrero Español.

La similitud con el narcisista Luis XIV de Francia expuesto aquí a modo de simple ejemplo de absolutismo máximo,y por supuesto, siempre salvando las diferencias,  solo se diferencia en el entorno y la época. Los usos comunes del Estado en todas sus ramas,  como herramienta para mayor gloria del postulante a presidente del gobierno, rompen con una frontera a estas alturas ya muy deteriorada, en la que se mantenía cierto sonrojo ante los ojos de los demás, para no cruzar las líneas que delimitan las instituciones y la ética.

Todos los políticos en España que es lo que analizo, cruzaron fronteras que no deberían de haber cruzado: corrupción, manipulación, sesgo, falta de planificación, incapacidad para asumir culpas. insolidaridad, ...    Y no voy a decir nada de la moral, porque como a lo largo de los años han demostrado los diferentes políticos, ésta no tiene una definición concreta más allá de la adaptación necesaria que justifique el fín de cada estrategia.

No voy a enumerar tampoco las decisiones de este presidente que son absolutamente infranqueables para el común de los sentidos y el respeto por la sociedad que conformamos. Cada uno de nosotros sabe o deberíamos saber analizar los hechos, las decisiones y lo que debería de ser aceptable para el bien común. 

Así que solo me queda justificar la protesta necesaria como ciudadano y denunciar que todo apunta a que Pedro Sánchez, confunde el estado de Derecho, con el derecho a tener un Estado (propio y excluyente pero pagado por todos).

A estas alturas de nuestra joven democracia,  se concluye que el principal problema no es cómo cambiar a los políticos, sin modificar el sistema para que éste, los cambie.

A modo de ejemplos:

1- Al Congreso de los diputados, no tendrá acceso ningún partido político que no se presente a las elecciones con listas al menos en el 75% de las provincias españolas. Podrán presentarse al Senado, pero no al Congreso de los diputados, ya que es esta cámara, la que trata exclusivamente de los asuntos generales de aplicación común en todo el Estado.

2-Antes de cambiar o crear una ley, el documento de justificación debería ser contrastado con el programa electoral del partido que lo proponga. Y si no existe en el programa electoral (certificado previo del organismo electoral correspondiente), obligatoriamente debería de ser tramitado  por el procedimiento más largo en materia consultiva.

3- Como ya quedó dicho en este blog en anteriores ocasiones, el plazo para constituir mesas, nombrar a presidentes y anunciar pactos de gobierno tiene que ser mucho más corto y el procedimiento tiene que tener automatizadas estas decisiones, de manera que si en el plazo de un mes o mes y medio, no están totalmente operativos las mesas, los nombramientos y los presidentes, se nombre un gobierno interino formado por cargos de la legislatura anterior (presidentes y vicepresidentes del Congreso, y del Senado, del Banco de España, Director de la Agencia Tributaria, JEMAD, ...etc) y se convoquen nuevas elecciones a las que no se podrán presentar ninguno de los cabezas de lista de los partidos que hayan quedado en los 4 primeros puestos, habiendo quedado manifiesta su incapacidad para negociar, que es el principio básico de todo político.

Los socioliberales no tenemos un partido político que nos represente, pero lentamente seguimos trabajando para ello. 

Mientras tanto, haciendo caso a nuestra máxima de que "la razón del pueblo, equilibra la inestabilidad de los políticos",  justificamos participar en la protesta en la calle contra este aspirante a presidente del gobierno como necesaria, siempre que ésta sea pacífica, con respecto a bienes y personas y preferentemente convocada por asociaciones al margen de un partido político, toda vez que las decisiones y pactos que se conocen para acceder a dicha presidencia, son contrarias al sentido común y al ideal de justicia colectivo de la única nación que existe en España.